domingo, 25 de enero de 2009

REVOLUTIONARY ROAD: ROAD...TO NOWHERE


















"Revolutionary road" recoge, por el momento, el premio a la mejor película del año, con muchos cuerpos de ventaja sobre "El intercambio" (último y sobrevalorado film del ya un poco pelma Clint Eastwood, al que próximamente se pondrá en su sitio en este blog).

Sam Mendes adapta la novela homónima de Richard Yates para retomar el letimotiv de sus dos mejores obras anteriores, "American beauty" y "Camino de perdición": la fatalidad del destino y la futilidad de la resistencia ante él. Porque la suerte que aguarda al "modélico" matrimonio formado por Di Caprio y Kate Winslet es la que el azar y la sociedad ha dictado: un tedioso trabajo de oficina, una casita con parcela, una pareja de críos, el té con los insulsos vecinos a mediatarde...La rebeldía es inútil. La encrucijada de caminos que se presenta, sólo un espejismo. Queda resignarse a dar otra vuelta a la noria. En este contexto, la única voz cuerda es la del loco, que paga con semejante honor el precio de mantener en pie las preguntas que para la gente normal traen ya respuesta de serie.

"Revolutionary road" es una desgarradora visión de la normalidad, a través de uno de sus ejemplos arquetípicos, que propone una drástica revisión del alcance real de la libertad. Los protagonistas transitan sin remisión por el camino marcado y su intento de eludir su suerte sólo les conduce a la destrucción. Una metáfora cruelmente pesimista y difícil de digerir, pero que se eleva hasta el olimpo del Cine con mayúsculas.

Si te gusta el gran cine, no dejes de disfrutar de este magnífico film. Aunque cuidadín, tortolitos, casados y fauna similar. Su ingesta puede tener nefastos efectos secundarios sobre la salud conyugal, debería rezar el prospecto a entregar con la entrada.