domingo, 10 de abril de 2011

INVASIÓN A LA TIERRA: EXCRECENCIA ALIENÍGENA


















Tras cruzar porrones de años luz, unos alienígenas llegan a La Tierra con el propósito de invadirla. Así que aquí se plantan, aterrizan y ¿qué sale de las astronaves? Voila, unos tipos con ametralladoras que se dedican al tiro al blanco por Los Angeles. Y por si esta idea profundamente subnormal no fuera bastante, le sigue dos horas de metraje engordado a base de conatos de escenas lacrimógenas (del tipo papá, no te mueras) y de dramas existenciales de los protas (del tipo he dejado morir a mis muchachos). En suma, que quien entre a la sala esperando ver lo que legítimamente podría aguardar, es decir, un buen espectáculo visual montado sobre una trama que no insulte la inteligencia , va de lado. Las "batallas" contra los aliens son meros tiroteos, aderezados con los consabidos infogramas, y, con todo, son lo mejor de una historia pueril, estúpida y primaria.

Pero lo peor de todo es el añadido al título de este engendro: "Battle Los Angeles", que hace augurar nuevas entregas con cargo a otras tantas batallas urbanas, en plan gira mundial. Urge, pues, una recogida de firmas para que el próximo film se ambiente en Bahamas o algo por el estilo, a ver si de tal modo el equipo de rodaje, cautivado por el paradisíaco entorno, se dedica a ir a la playa y se olvida de filmar chorradas como esta, indigna de una sola línea más.

sábado, 2 de abril de 2011

ENCONTRARÁS DRAGONES: CARTAS MARCADAS


















"Encontrarás dragones", el retrato hagiográfico del fundador del Opus Dei filmado, por su encargo, por Roland Joffe es exactamente lo que se ha querido que sea: una historia a mayor gloria de su protagonista filmada con corrección formal. El desarrollo de la trama es, naturalmente, esclavo de tal propósito y en ello, en realidad, estriba el lastre esencial de la cinta, que pierde eficacia por su excesida dedicación a la causa. Por eso, los ya adeptos abandonarán la sala perfectamente complacidos, pero parece harto dudoso que el resto se sienta tentado a cambiar de bando por su influjo. "Encontrarás dragones" juega, en suma, con las cartas marcadas, muy marcadas, desde el primer fotograma. Así que cuando, a su fin, los buenos ganan la mano por goleada cunde la impresión de que, por ser un resultado cantado, la cosa no reviste mérito reseñalable y que han podido quedar por ver algunas cartas bajo la mesa.