miércoles, 29 de abril de 2009

DRAGON BALL EVOLUTION: HABLANDO DE "BALLS"...




















Tras años de rumores por los mentideros de la red y luego de haber creado expectativas rayanas con la histeria entre los fans, Son Goku iba a hacerse carne en "Dragon Ball Evolution". Claro que si usted esperaba un solomillo de primera, váyase olvidando, amigo. El plato de hoy es esto: el menú del día de un antro de mala muerte. Y es que uno no puede ponerse a hacer adaptaciones de superhéroes con el presupuesto de un banquete de boda. Cuando en una de las escenas iniciales vemos como el tipo al que encargan caracterizar a Goku pasea por el patio de una presunta High School californiana rodeado de (atención) DOS SEAT LEON, sabemos que es ya demasiado tarde: el timo se ha consumado y los 7 euros pagados por el bodrio que veremos pasar a continuación han volado forever. El resto, un argumento escrito por un alumno de Educación Especial y unos efectos especiales casposos que duran lo que el presupuesto de producción. Así que ya saben, amigos, la única "balls evolution" que ustedes podrán presenciar en este film es la de las propias, cuya hinchazón crecerá sin cesar hasta el mismo fin del metraje.

domingo, 26 de abril de 2009

"DÉJAME ENTRAR": MEJOR, DÉJAME SALIR¡¡¡¡


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Déjame entrar", la última niña bonita de la crítica, es un nuevo intento de reinterpretar uno de los arquetipos clásicos del cine de terror, el vampiro. Aquí, el no-muerto es una niña (que parece clonada de "Pipi Calzaslargas"), los Cárpatos transilvanos se cambian por la helada Suecia de los años 80 y el tirón sexual del chupasangres se trasmuta en erotismo infantil con tufillo pederasta. Todo muy original. Y, encima, pasado por el estilo "europeo": medios escasos, lentitud exasperante y demás panoplia.

El resultado no es una película de terror, ni una comedia, ni un drama, ni un pájaro ni un avión: es la primera película infantil de estilo Dogma de la historia. Y, por ello, es fácil imaginar las dos reacciones que suscita el film: sopor, entre los niños, y cabreo, entre los mayores. Inhumano e interminable pestiño, en suma, a cargo de un Director que se nos pone estupendo.

La reacción de la crítica, la previsible. Elevando el engendro a los altares del séptimo arte le mandan el recadito a usted, pobre gusano, de que, por encontrarla insufrible, se halla a años luz de las cotas de sensibilidad e inteligencia de tales seres superiores. Claro que si tienes 12 años y problemas de bulling, te unirás a ellos en sus loas, esperanzado con la posibilidad de que una niña vampira se meta en pelotas en tu cama por la noche y se dedique, a la mañana siguiente, a fostiar inmisericordemente a los causantes de tu desdicha.