miércoles, 1 de septiembre de 2010

ORIGEN: RIZAR EL RIZO


















Un buen planteamiento argumental, un Director competente y medios en abundancia son, qué duda cabe, estimables bases para construir un digno producto fílmico. Pero, recuerden, amigos, esto del cine es, además de creación, arte, o como quiera llamársele, industria. Ergo, la productora invierte una pasta y quiere, lógicamente, que ésta le retorme multiplicado por factor mayor que 1. Y ahí está la causa de los males que afligen a "Origen". El sugerente guión (que, de todos modos, tampoco es de Premio Nobel, no se crean ustedes) aportado por Cristopher Nolan a los productores no debió parecerles garantía bastante de lo que la cosa fuera a rendir el fruto debido, así que, voila, añadimos pirotecnia, efectos especiales y torzazos a go-go y listo para servir. El resultado es un producto que se disfruta con gusto, pero que por quedarse a mitad de camino entre el cine "serio" y el puro espectáculo audiovisual no llega a funcionar del todo ni como lo uno ni como lo otro. Eso sí, desconfíen ustedes de los que proclaman al film como la séptima maravilla, pues, con una alta probabilidad, el Estudio, poniendo en práctica el guión, ha debido colarse en sus sueños para infundirles tan atrabiliaria persuasión.