martes, 7 de mayo de 2013

OBLIVION: BUENOS MIMBRES EN MALAS MANOS



















Oblivion es el enésimo ejemplo de proyecto prometedor que fracasa a manos del déficit de talento. Y es que  la historia contiene elementos que, debidamente gestionados, hubieran podido dar para mucho. Pero en poder de incompetentes no puede sacarse petróleo ni de una gasolinera. Así que lo que pudiera haber sido una bien llevada trama de clones abducidos hacia una realidad ficticia (idea, por cierto, claramente legataria de la (esta sí) talentosa "Moon") se resuelve en una colección de tópicos donde los momentos estrella se diluyen en el pésimo (como casi siempre) desempeño del colega Tom Cruise.

Y eso que, atención, el Director del invento resulta ser el autor de la novela gráfica que inspira el guión, versión fílmica de Saturno devorando a su hijo que les costará en taquilla más de lo que este conato merece.   

IRON MAN 3: HOJALATA A GO GO



















La tentativa de continuar la exitosa franquicia Iron Man puesta en pie por Jon Favreau fracasa en la tercera entrega, tan pronto como el Director pone pies en polvorosa y pasa los bártulos a un amiguete. De las dos horas de metraje, apenas una cuarta parte se ocupan por el héroe de la armadura. El resto se rellena con las cuitas psicológicas de su alter ego, Toni Stark, que, francamente, a nadie que vaya a ver un film de superhéroes pueden interesar. En el origen del patinazo, por supuesto, además de un Director sin galones, un guión que no es oro, plata o siquiera hierro, sino hojalata barata.

Mal, pues, este tercer hombre de hierro, que termina siendo de plomo y pidiendo a gritos un bien merecido desguace.