miércoles, 6 de julio de 2011

THOR: MARVEL SE ASOCIA A SHAKESPEARE


















Tras larga pausa, aquí estamos de nuevo, amigos. Y dado que, luego de innumerables vaivenes, que serían difíciles de contar, los dioses nos han permitido continuar en el empeño, comencemos por uno de ellos, el bueno de Thor.

La idea de poner a Kenneth Bragagh a adaptar a la gran pantalla uno de los pesos pesados del universo Marvel de superhéroes resultaba, como mínimo, chocante. Bragagh, especialista en adaptaciones de Shakesperare, había hecho ya su incursión en el género fantástico dando forma fílmica, hace unos años, al Frankenstein de Mary Shelley, de forma nada desdeñable. Ahora bien, sobre el invento pesaba la sombra de lo sucedido con el Hulk de Ang Lee, es decir, crear un producto que, por querer contentar a todos, terminaba por no contentar a nadie: ni a los que acudían al cine a ver un gran espectáculo de acción ni a quiénes pretendían visionar un ejercicio de cine "serio". Y, sin embargo, el resultado final mantiene un loable equilibrio entre ambos extremos. Thor es cine de acción ligero y bien facturado que no renuncia, sin embargo, a patentes resonancias shakesperianas, que dan más peso al conjunto. Aprobado, pues, para la película del dios nórdico, a quien, sin embargo, cabe esperar más desatado en la futura, y esperada, "The Avengers".