
Últimamente, la mitología y, en general, el imaginario griego se ha puesto de moda como coartada de grandes espectáculos de acción, pirotecnia y virguerías audiovisuales. Con resultados estimables ("Troya", "300") o más discretos ("Furia de titanes"). "Inmortals" sigue tal estela, apuntándose claramente a la segunda categoría mediante un despliegue de efectos visuales virtualmente desprovisto de otro guión que una sucesión de tortazos, humanos y divinos, sin solución de continuidad. El resultado es que la cosa cansa pronto y aburre casi a continuación mientras el film camina hacia un final más predecible que el partido entre Nadal y un paralímpico.
Nada tiene, pues, "Inmortals" de inmortal, pues la duración media de su recuerdo rondará los 10 minutos. Y eso en el hipotético caso en que, abandonada la sala, otra cosa más interesante (como el anuncio de una hamburguesa) no distraiga ya antes la atención del espectador.
Nada tiene, pues, "Inmortals" de inmortal, pues la duración media de su recuerdo rondará los 10 minutos. Y eso en el hipotético caso en que, abandonada la sala, otra cosa más interesante (como el anuncio de una hamburguesa) no distraiga ya antes la atención del espectador.